Porque era momento de disfrutar y soñar. Con tantos preparativos nos olvidamos del placer que nos proporciona soñar para lograr que el día que tanto esperamos sea especial para todos los que nos acompañan.
Hemos llegado a no parar de trabajar, preocuparnos, agobiarnos, enfadarnos, llorar... pero no podemos olvidarnos de aquello que tantas alegrías y buenos recuerdos nos ha proporcionado: SOÑAR.
El juego de preparar una boda nos ha permitido evadirnos de las preocupaciones y dar rienda suelta a la imaginación, al placer y el disfrute. Hemos vuelto a ser niños y hemos soñado más allá de lo imaginable.
¿Qué hemos hecho en nuestro día?
1. Emocionarnos
2. Disfrutar con quienes nos acompañaron
3. Saltar, bailar, jugar,...
4. Sonreír
5. Beber VINO
6. Abrazar
...
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