En estos últimos años cada vez más bodegas están abriendo sus instalaciones y ofreciendo nuevos servicios turísticos para acercarse al consumidor final, por para muchas bodegas su negocio se centra en la venta de vino y distribución, pero hay mucho más allá.
Si el consumidor no nos conoce será difícil ofrecerle el producto, pero si le brindamos la posibilidad de realizar visita a la bodega le permitirá como enoturista sumergirse en los aspectos vinculados con la cultura del vino; pero en un ambiente determinado, que es el de un territorio de producción, una empresa y unas marcas concretas que puede conocer más en profundidad, que cata in situ y de las cuales puede observar sobre el terreno los aspectos ligados a su producción y sus características.
Puede comprar los productos en la misma bodega, aprendiendo en ocasiones a diferenciar y valorar independientemente los elaborados en bodegas diferentes. Ya no se trata de ir al supermercado a comprar un vino por azar. Además los consumidores más jóvenes no están familiarizados con las marcas y necesitan la experiencia enoturística.
Gracias a las visitas enoturísticas, el consumidor se siente cercano con el vino de determinada bodega. Ya no solo le atrae el hecho de consumir un buen vino, sino que además ese vino le traerá bonitos recuerdos de su viaje y a las personas que conoció en la bodega. Es un caso de fidelización de clientes único. Además el cliente será incluso embajador de la marca al contarle a sus amigos y familiares la agradable experiencia.
Además está lo más importante. Cualquier bodega tiene acceso al negocio del enoturismo. El enoturismo está al alcance de todas las bodegas, pero hay que hacerlo bien. Muchas bodegas tienen la creencia de que pueden verse apartadas del negocio al no poner disponer de fuertes inversiones en enoturismo, o carecer del personal. Sin embargo, aunque las grandes bodegas están haciendo un trabajo excelente y son todo un referente en nuestra provincia y en el resto de D.O., las pequeñas bodegas se están abriendo paso con otro tipo de enoturismo más cercano y familiar.
Enseñar algunos pasos de elaboración del vino en nuestra bodega, explicar las cualidades de las uvas que se utilizan o que aporta el terroir de la finca a nuestro vino, pasear una mañana tranquila por los viñedos o dar a catar al viajero alguno de los vinos que se están elaborando, con una mesa al aire libre con vistas a los viñedos no requiere grandes inversiones.
Si se tiene claro y la bodega decide implicarse en el enoturismo, una de las cosas fundamentales es la promoción, 'saber venderse' en este mundo tan globalizado y donde las bodegas se cuentan por miles, por lo tanto el marketing y tener presencia en las redes será fundamental. También interesante, agrupar la oferta enoturística de un destino y en conjunto tener mayor fortaleza... de ahí el gran valor añadido de las #RutasVinoEspaña y donde se encuentra #RutaVinoAlicante
#DiaMundialTurismo
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